martes, 2 de diciembre de 2008

Vice Vhön Khamy (el blog)... el principio.


El 20 de enero de 2007 nacía “Vice Vhön Khamy”, el blog de blogger. La idea inicial era la de hacer un blog personal dentro de esta plataforma, una especie de extensión del ya existente en Live Spaces. El primer texto quería seguir esta línea, pero pronto empezaron los artículos cargados de polémica que terminaron por dar al blog un aire radical no intencionado.
El primer texto fue elaborado con mucho cariño y con la intención de presentarlo a un concurso de relato breve, pero al final no fue así...



Dibujar y escribir.
Miro como un dibujante termina una caricatura a un muchacho alemán u holandés… es rubio.

Las noches de verano, en los pueblos de la costa, siempre son muy animadas. Puestecitos de toda índole, tapas, helados, combinados, refrescos, discotecas… La gente camina alborozada paseo arriba y paseo abajo y, en algún momento, todos terminan por parar, en un sitio u otro, para echar un vistazo a algo interesante.

Ahora me fijo en los trazos del caricaturista. No es fácil encontrar las características principales de una persona a la que no conoces y aún más si esta es joven y la vida no ha personalizado su cara.

Ya ha terminado y todos sonríen, pero en la mirada del artista veo que no está convencido de su obra. A los clientes no parece importarles, en el fondo se alegran de que su niño no esté en aquel papel y es un dibujo gracioso… se van contentos.

Pienso que escribir es algo parecido. Intentas ver esas cosas importantes que definen el todo, para, diciendo lo mínimo, decirlo todo. Las palabras son los trazos que describen la cara de la vida. Si acertamos nuestra mirada brilla al verse en ese espejo, pero si nos equivocamos siempre esperamos arrancar, como poco, una sonrisa.



Al día siguiente publiqué otro relato, todavía con ínfulas literarias, pero no exento de la belicosidad que marcarían la gran mayoría de los textos que aparecerían más adelante en el blog.



Denuncia, lucha... muerte.
Allá donde las injusticias, las de verdad, se muestren, encontrareis mi denuncia. Allí donde los vampiros se han saciado en un festín, encontrareis mi protesta y allí, donde las calaveras se doran al sol, también oiréis mi protesta retumbando en las gargantas de mil soles. No esperéis pues que me calle, pues el silencio si me llamaría cobarde, como a vos.
Cuando se espera a que el horizonte mitigue la luz para poder abrazar la cruz gamada. Cuando las hienas en manada sonríen al olor de la sangre. Cuando los vampiros salen de sus ataúdes para sonreírle a los cuellos de los cisnes. Es cuando llega la hora en que las bestias se felicitan y se dan regalos, recuerdan su feliz pasado sobre las tripas del mundo.
Luché por la libertad cuando ya era libre, mas lo hice para que otros lo fueran como un día lo hicieron otros por mí.
No cierres tus ojos, a tus ventanas también llega el hedor. La muerte no sonríe jamás, ni siquiera al verdugo.
Crees que tu inocencia se fundamenta en su sufrimiento, pero el llanto de unos niños sin padre te dice que no. Qué delito le hizo digno de semejante condena, tal vez gritar muy alto que era un hombre. Como gritó la primera vez que le aplicaron aquellos sucios electrodos en los genitales.
En un ignoto campo de cadáveres, bajo una capa de cal viva, yacen los restos de muchos padres… de muchas madres… de muchos hijos. Y sólo el llanto del recuerdo, si la dura vida no los tumbó del camino, es la lápida que les queda.
Torturados por error, por el error de ser hombres, por el error de tener hambre, por el error de que exista la tortura, por el error de que un hombre se instaure como Dios.
Me imagino esos hombres, cual Segismundo en su prisión, clamando al cielo perverso por tan cruel Dios y repitiendo sus palabras… “¡Ay! Triste de mí… ¡Ay! Infelice. Apurar cielos pretendo ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo…” Pues la tortura no entiendo como no entiendo el por qué de mi fin.
Es duro pensar que en esta vida los hay que han nacido para justificar a los reyes, pero es más duro pensar que una cohorte de sanguijuelas disfrutaran de tu agonía y lo justificarán en sus barrigas llenas.
Revuélvete y lucha, pero con las armas de un hombre. Sólo sales al campo de batalla cuando crees la batalla ganada y sólo atacas a un hombre con el cuchillo por la espalda. Espero que no sea ese tu sueño de un mundo mejor, porque tus sueños son las pesadillas del mundo y tu Dios es un dios iracundo cuya voz es una orden… ni amor ni cielo, sólo el dolor de los que no fueron lo bastante… para ser sus siervos.
Si mi otoño ha de ser guerra, aquí me encontrareis. Puede que mi cuerpo caiga, más mi alma seguirá de pie. Y tenéis que saber que, aunque vaya a la tumba, mi dedo acusador os marcará hasta el final de los tiempos, hasta el Apocalipsis y hasta la muerte de los falsos dioses en la hoguera de sus propias iras.



Así, a partir de hoy, nos daremos un pequeño paseo por la polémica, parando a repostar carburante en aquellos puntos donde sea necesario para contactar con el aquí y el ahora.

1 comentario:

David Gómez Hidalgo dijo...

El del caricaturista está muy logrado, sobre todo el final.

El segundo, es el Vice más rebelde que algunos días nos deleitaba en tusrelatos.

Me gustan los dos, aunque si me dieras a elegir entre el sol y la luna, me quedo con el primero.

Saludos.