martes, 13 de julio de 2010

El sentimiento de un pueblo.

Villarriba y Villabajo se han unido en un solo pueblo, Villaenmedio, para poder usar el mismo detergente mágico (en inglés, claro). Parece que todo es muy idílico porque han encontrado una paellera lo bastante grande para todos. Pero, mira tú por dónde, que a una de las zonas más importantes de Villarriba, la que más dinero aporta a las fiestas, nunca le gusto la paella. Ellos siempre comían pizza, pero ahora, con unas paellas tan descomunales, no les queda sitio para sus tradicionales pizzas. Ellos habían pedido que, aunque se aumentara la paellera, se les dejara un huequecito para su pizza. Sin embargo, “el tribunal de tradiciones para la unión de las villas” (órgano supremo de la nueva población), ha determinado que comer pizza en las fiestas de Villaenmedio atenta contra la unidad de la nueva “Villa”. Además, los pizzeros no usan el detergente estipulado y eso es inconstitucional.

Parece ser que al presidente de los pizzeros, como a muchos otros, el arroz le provoca arcadas, por esa razón, un grupo de “constitucionalistas” de Villabajo ha realizado un video con un discurso de Adolf Hitler poniéndole la cara del pizzero mayor y la reparten por toda Villaenmedio como jocoso argumento del extremismo de “ese grupo anticonstitucional”.

Finalmente, como era de esperar, se radicalizan las posiciones y muchos ciudadanos de Villarriba piden la escisión de Villapizza de Villaenmedio.

Va a ser muy difícil conseguir la independencia, pero siempre puede ocurrir que aparezca una nueva marca de detergentes capaz de dejar como una patena los utensilios de elaborar pizzas… ¿Qué será entonces de la paella?

Ayer Villabajo y Villarriba eran pobres pero felices. Mañana Villaenmedio y Villapizza puede que también lo sean. Pero está claro que hoy no hay felicidad en Villaenmedio porque los que cortan o reparten el bacalao (o la paella en este caso) son intolerantes e inflexibles con las diferencias.

“Imagen sacada de http://descargasargentina.com para que nadie se ofenda”.


sábado, 10 de julio de 2010

¿Qué es la verdad?

Para algunas personas la verdad es un ente absoluto e invariable que ante la duda siempre les favorece. Hay personas convencidas de que la verdad siempre aparece escrita en letras de oro en un libro sagrado. Para otros la verdad es aquella que se escribe con la propia sangre. Pero en verdad, la verdad... no existe. La verdad es esquiva y, si existe, es relativa. Lo verdadero y lo falso, salvo en matemáticas, depende del color del cristal por el que se mira. Y en ocasiones, en matemáticas, también.

Tan dudosa es la verdad que, si viviéramos un terremoto y se cayera todo a nuestro alrededor hasta que una piedra nos acertara en el dedo gordo del pie, la única verdad de la que podríamos estar seguros en todo ello, sería el dolor que sentiríamos en ese dedo. Y sería nuestra verdad, porque las personas a nuestro alrededor tendrían sus propias verdades particulares. Y especialmente para el individuo que, en el exterior, a derribado parte de la casa con su grúa, haciéndonos creer que estábamos en medio de un terremoto.

Hay situaciones en que la verdad aún es más esquiva. Bajo los efectos de estupefacientes, alcohol, creencias místicas, euforias colectivas futboleras o de manifestaciones políticas... y todas esas otras situaciones donde nuestra percepción queda alterada química o emocionalmente.

La verdad absoluta no existe. Aún recuerdo cuando un profesor de matemáticas me demostró que uno más uno no era dos, sino que tendía a dos. Desde ese momento puse toda la verdad bajo la lupa y llegué a la conclusión de que únicamente podía aceptar como absolutas las sensaciones internas propias y, únicamente como tautologías: siento dolor, luego siento dolor. Ni tan siquiera pude aceptar como cierto el "pienso, luego existo", ya que previamente tenía que definir que era pensar y que era existir y me perdía en las relatividades del lenguaje.

Aún recuerdo cuando felicité a cierto individuo porque había logrado que publicaran en la web de Falange Española un escrito suyo con el título ‘Lo reconozco, soy fascista". Seguramente el individuo creyó que todos sus alegatos religiosos y nacionalistas castellanos, eran en realidad un ejemplo de liberalidad. Creyó que sus ataques airados eran muestras de lucidez. Sus ataques brutales a lo que no le parecía correcto bajo sus "verdades absolutas" eran moderados y tolerantes. Por todo eso le sorprendió que Falange acogiera en su seno sus palabras... "mesuradas". La respuesta a todo aquello fue la de insultar, vilipendiar y llamar mentirosos a los que le mostraban la cruda realidad (matar al mensajero). Ni por un momento pensó en acusar a los que habían tomado sus palabras a crédito. Si hubiese sido consecuente con sus ideales, se hubiese sentido orgulloso de que falange tomara sus palabras a crédito, después de todo, tenían los mismos ideales. Falange también cree que es muy liberal, tolerante y evolucionada (no en vano algunas ideas del falangismo fueron tomadas del mismísimo Marx, aunque eso jamás lo aceptarán).

Este individuo, después de este suceso, que a otro le hubiesen hecho replantearse su forma de manifestarse, aún actuó con más encono y, lejos de abandonar sus posturas hirientes, inició una campaña de ensañamiento contra los que se habían reído de su absolutismo cerrado.

Yo también he sufrido robo de artículos que han sido expuestos en lugares incómodos, pero jamás se me ocurriría cargar con los que hicieron el descubrimiento (por mucho cachondeo que se llevaran con ello). De hecho aún oigo risas por un par de ellos, pero mi acción ha sido la de actuar contra el que lo ha tomado sin permiso (bueno, a alguno le tuve que llamar al orden, pero ese era más un tema de medicación que de ideologías, y ahora ya se la toma... lo juro). En el descargo del individuo hay que decir que todos estabamos convencidos de que fue el mismo quien permitió a Falange publicar ese artículo en su web. Después de todo ya escribe para la red "Periodista Digital" y sólo un tonto no sabe lo que eso significa... Sí... seguro que piensan que aún creo que él mismo lo publicó en Falange. Pues están en lo cierto, pero él dice que no y, a pesar de su personalidad, tendremos que aceptar su palabra.

Como dije yo también he sufrido incomodas adopciones de textos que podrían hacer parecer que apoyaba cosas que no estaban en mi pensamiento ni remotamente. Pero desde entonces he tenido mucho cuidado con las verdades absolutas, y he descubierto que al margen de las verdades y las mentiras existen las cosas que duelen. Y tengo claro que a mí no me duele lo mismo que a ti. Como va a comprender un madrileño lo que significa la actual sentencia del TC, como voy yo a comprender que siente un vasco respecto al eusquera, o los andaluces respecto al flamenco, los asturianos sobre Covadonga... Hay verdades que no pueden ser absolutas, porque un punto de vista exterior las hace irreales, pero en el lugar donde se viven son verdades que duelen. Hay temas límite, como el aborto, la pena de muerte, la lengua, la autodeterminación, el franquismo... temas en que toda verdad absoluta es aún más absurda que los demás. Sin embargo, siempre hay grupos que se meten en los calzoncillos ajenos sin saber que queda delante y que queda detrás.

Albert Boadella dice que se fue harto de Catalunya porque nuestros políticos hacían precisamente eso, pero ahora va y se vende por treinta monedas a los que hacen lo mismo desde fuera, lo que aún es más grave. Ha saltado del mini-absolutismo local al mega-absolutismo exterior. Sin duda acepta aquella máxima de que la mayoría tiene razón, después de todo cien mil millones de moscas no pueden equivocarse: la mierda es buena.

sábado, 26 de junio de 2010

ADAPTACIÓN DE UN CURSO PARA EMPEZAR ESCRIBIR

ADAPTACIÓN DE UN CURSO PARA EMPEZAR ESCRIBIR

Breves notas de teoría y ejercicios de literatura básica. Se ha utilizado como guía el curso de Martikka en Taller literario La magia de la escritura (puede verse que este no es un curso de verdad a diferencia del original, pero puede ser útil si queremos comprobar si somos capaces de seguir un curso de esta índole).



0. Haz una presentación de quién y cómo eres tú.


1. Crear el menú de un restaurante fantástico, puede ser de una civilización desconocida, en otra dimensión o, tal vez, un planeta desconocido. Tú creas las circunstancias y el menú.

1a. Haz una descripción de ese lugar fantástico.

1b. Haz una descripción del restaurante.

(Si eres un usuario habitual de programas de maquetación puedes darle formato al menú para que parezca más profesional).


2. Busca una descripción que te guste de cualquier libro que hayas leído.

2a. Haz una descripción imitando a la transcrita de algo suficientemente diferente.


3. Explica "el vacío". Toma el tiempo y el espacio que te hagan falta.


4. Explica "el aburrimiento". Intenta transmitir esa sensación, pero sin aburrir al que lo lee.


5. Ponte con un papel en blanco y un cronómetro a tiempo definido y durante el tiempo establecido escribe todas las ideas que se te ocurran. Si sois varios los que seguís este minicurso, podéis seguir las técnicas de brainstorming.

5a. Una vez acabado el tiempo da una explicación a cada una de esas ideas.

5b. Intenta coger algunas de esas ideas o sus explicaciones e intenta hacer con ellas un relato corto.


6. El héroe: Escribe una narración (máximo 1 página) con la siguiente estructura:

6a. Describe un héroe, haciendo énfasis en sus habilidades.

6b. Haz que tome una decisión

6c. Ahora escribe cómo soluciona los problemas que esto le acarrea.

(Punto tomado directamente del blog citado al principio).


7. Emociones: Crea climas emocionales, sin hacer un relato completo, sólo ambientando una emoción. Hazlo entre 3 y 5 líneas:

7a. Miedo.

7b. Alegría.

7c. Tristeza.

7d. Dos situaciones más que se te ocurran.


8. Cuanta una situación en pocas líneas, primero en primera persona, luego en tercera persona y, finalmente, intenta hacerlo en segunda persona (es posible, según el texto, que para hacerlo en segunda persona debas hacer cambios sustanciales al texto, considéralo un reto).


9. Haz una lista de las mejoras que se le pueden aplicar al cuerpo humano y escribe una historia futurista (no más de 15 líneas) en donde tus mejoras ya han sido adoptadas.


10. Advertencias de un escritor (Gabriel García Márquez):

-Una cosa es una historia larga, y otra, una historia alargada.

-El final de un reportaje hay que escribirlo cuando vas por la mitad.

-El autor recuerda más cómo termina un artículo que cómo empieza.

-Es más fácil atrapar un conejo que un lector.

- Hay que empezar con la voluntad de que aquello que escribimos va a ser lo mejor que se ha escrito nunca, porque luego siempre queda algo de esa voluntad.

-Cuando uno se aburre escribiendo el lector se aburre leyendo.

-No debemos obligar al lector a leer una frase de nuevo.

(Punto tomado directamente del blog citado al principio).


11. Decálogo para escribir microcuentos (fuente: escueladeescritores):

11.1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.

11.2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.

11.3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.

11.4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.

11.5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.

11.6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.

11.7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.

11.8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.

11.9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.

11.10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.

(Punto tomado directamente del blog citado al principio. Este punto no contiene ningún ejercicio implícito, pero sugiere la creación de un microrrelato en base a este decálogo).


12. Si deseas escribir un cuento policial sigue este enlace: Cómo escribir un cuento policial, por G.K.Chesterton.


13. Entra en el supermercado recién abierto en la colonia del tercer planeta de la estrella Prímeron Cinco. Haz un relato de esa visita, tienes vía libre para realizar la compra, a ver que eres capaz de inventarte y cómo lo relatas. Tienes libertad en el tamaño del relato, pero intenta aplicar todo lo aprendido hasta ahora.


14. Lo más importante de escribir es leer... ¿Qué libro estás leyendo ahora? Cuenta en pocas líneas que te gusta y que no del libro que estás leyendo (si eres de los que tiene muchos libros avanzando a un tiempo, elige el que creas más importante, pero sólo uno).


15. Si tienes problemas para hallar un buen final a tus textos sigue este enlace: Los finales de historia.


16. ¿Recuerdas el relato que creaste en el ejercicio 5? Cógelo y rehazlo en base a todo lo que has aprendido. No te cortes cambiando todo si lo crees necesario.


17. Otro decálogo maravilloso. Decálogo del perfecto cuentista por Horacio Quiroga (1878-1937):

17.1. Cree en el maestro Poe, Maupassant, Kipling y Chejov como en Dios mismo.

17.2. Cree que tu arte es una cima inaccesible. No sueñes en dominarla. Cuando puedas hacerlo lo conseguirás, sin saberlo tú mismo.

17.3. Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que cualquier otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.

17.4. Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.

17.5. No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado las tres primeras líneas tienen casi la misma importancia que las tres últimas.

17.6. Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba un viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla.

17.7. No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

17.8. Toma los personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta aunque no lo sea.

17.9. No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirlo tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.

17.10. No pienses en los amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si el relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento.

(Punto tomado directamente del blog citado al principio).


18. Imagina 3 finales diferentes para un cuento clásico. Sólo hay que resumir los finales en un máximo de 3 líneas, no escribirlos. Martikka nos remite a este buen relato como ejemplo: "Casa oscura".


19. ¿Recuerdas la presentación del ejercicio "0"? Hazla otra vez con lo aprendido. Si eres de los que va a coger el camino de Internet y los blog's, hazla también en un Power Point.


20. Abre un libro por una página al azar y marca con el dedo en un lugar también al azar. Copia la frase marcada y haz un relato breve que empiece con esa frase. Puedes realizar este ejercicio varias veces porque es una fórmula muy interesante de obtener ideas.


21. Elige una noticia de un periódico y desvaría sobre ella en un relato de humor.


22. Haz lo mismo que en ejercicio 20, pero con un diccionario eligiendo 7 palabras al azar y enlazándolas en un relato lo más breve posible.


23. Lee los siguientes enlaces: "el monólogo interior" y " Cómo se aprende a escribir, por Jorge Claudio Morhain".


24. Escucha 3 piezas musicales de estilos diferentes e intenta hacer sendos textos influenciados por las sensaciones experimentados por ellas. Para ello puedes escucharlas tantas veces como haga falta.


25. Último relato. En diez líneas explica lo que has aprendido y lo que aún crees que debes aprender.


Próximamente: "Curso abreviado para escribir adaptandose a las nuevas tecnologías e Internet".

jueves, 3 de junio de 2010

Elogio de la pedantería.


Hace cincuenta años los pedantes de paño fino parloteaban de Shakespeare, Lord Byron y Victor Hugo. Eran tiempos más castizos y no necesitábamos viajar allende nuestras literarias fronteras para hallar los paradigmas de escritura. Tiempos en que lo normal era escoger entre el Siglo de Oro o el Romanticismo, aunque siempre había algún perdonable revolucionario que desenterraba las dos “Generaciones”, que entre muertos y desterrados ya no eran contemporáneas del hoy que fue ayer. Pero llegaron los melenudos sesenta con un pañuelo en el cuello y, por hartura de puertas cerradas, los ojos juveniles de aspirantes a intelectuales pusieron sus ojos en nuevos gigantes extranjeros. Para ello aceptaron lecturas acríticas y observaciones de otras lenguas que apenas entendían.

Olvidados quedaron los Cervantes, Calderones, Quevedos y Góngoras, se tacharon de cursis a los Bequers y Esproncedas y mutilados Shakespeare, Byron y Hugo. Aquella generación, que se rió de Rosalía de Castro, subió a los altares a Rimbeau y James Joyce. Cantó las gracias ignotas de los nuevos ídolos de oro y sobre esa piedra construyó su iglesia.

La vulgar década de los ochenta pareció poner las cosas en su sitio. Más por la apertura de fronteras (y de miras) que por la ignorancia que muchos creen asociada a la vulgaridad. Nuestros ojos se bañaron de una nueva literatura que crecía en nombre en una pantalla. Crecimos y nos multiplicamos… como los melones en la huerta de tío Paco.

Abiertos los melones, los nuevos intelectuales se pasearon por los foros que les resultaban más ajenos hasta eclipsar las seiscientas veinticinco líneas.

¿Murió la pedante juventud? Antes llorarán las margaritas en el jardín de Moka. No murió, sólo se hizo vieja y arrugada. Y entre cada pliegue de esa piel se escondió la envidia, la injuria y la inquina… de donde años atrás hacia tersas caricias la esperanza.

¿Cómo voy a respetar esa horda de excelsos escritores si nunca soporté al autor de “el Aleph”? Porque fue Borges el que dio la pista de lo excelso de Joyce. Como masturbador de la Enciclopedia Británica, confundió sus guisos con los de los autores ingleses y que francés más inglés que Rimbeau que eligió Londres para vivir dos años de juvenil aventura homosexual, quince antes de que Jack el destripador aterrorizara sus calles. Y el irlandés más inglés que escribió sobre una Eire sin duendes y cervezas que perdieron su espuma para ser más hiel que alé.

Si he de ser así, por aquellas plumas bendecido para gozar de la intelectualidad, bienvenida sea mi vulgar pedantería. Pues quiero ser dueño de mis gafas más que felicitado por tener unas ideas tan sumamente compartidas.

domingo, 23 de mayo de 2010

"Recuerdos" en www.tusrelatos.com


Me dije, hace ya algún tiempo, que no volvería a entrar al trapo sobre los temas que duelen, pero me equivocaba más que la paloma de Alberti. Supongo que tengo más peligro que Manolo Lama en un centro de beneficencia.

Me gusta escribir y me gusta leer. Me gusta lo que me gusta, pero no he logrado ser un sabio porque me pueden las emociones. Nunca lograré ser un gran escritor porque la impaciencia me obliga a adelantarme y escribir el final una frase antes de acabar el primer párrafo. Me pierdo en la oleada de pensamientos impulsivos que me impide teclearlos todos antes de que se disuelvan en la nada y…

Leo lo escrito: Dije que no y va a ser que sí. Me gusta escribir y no sé.

Quienes me conocéis de tiempo atrás, tal vez me conocisteis en www.tusrelatos.com y allí, por desgracia, ya me hice famoso por mis trifulcas. Para los que no conozcan la página, era (es) un lugar donde cualquiera puede publicar un relato y esperar que otros lo lean y se lo comenten, generalmente para ayudarle a mejorar, en ocasiones para entablar amistad, demasiadas veces para hacer cadenas de “amiguitos” que forman grupos semicerrados y finalmente hay algunos que sólo buscan alimentar polémicas… ¿Normal, no? La cuestión es que puede que tuviera razón la mayoría de las veces, pero me perdía persiguiendo a fantasmas. Un troll busca a personas que, como yo, responden a sus provocaciones, haciendo polvo las páginas donde se meten.

Si primero fueron los trolls, después llegaron a la página otro tipo de monstruos: pinochetistas, captadores evangelistas, forofos de equipos de fútbol, partidistas, pancartistas, propagandistas católicos, psicópatas que alardeaban de una enfermedad mental para acosar a otros individuos, etcétera. Pero todos estos bichos tenían en común no respetar, con sus opiniones, la orientación de la página y, la mayoría, ser muy agresivos. No fui el único que los embestí creyendo que ayudaba a esa página, ni siquiera fui el primero, pero seguramente fui el que tuve más fuerza y el más certero para contrarrestarlos. Tanto es así que, alguno que aún no se ha dado por enterado, todavía anda difamándome por Internet.

Alguno pensará, con todo esto, que he madurado porque no voy a buscarlo y embestir de nuevo a las mismas irracionalidades de siempre. Y se equivoca, ni he madurado, ni lo pretendo. Lo que sucede es que me he dado cuenta de que no gano nada con ello. Yo no soy tan importante, de hecho soy insignificante y al centrar su fijación en mí, él o ellos, aún se hacen más pequeños e insignificantes que yo.

Para poneros en antecedentes, hace unos días publiqué un artículo en esa página para recordar lo que fue, dado que Gonzalo, el administrador del lugar, se vende la página. “Recuerdos” (http://www.tusrelatos.com/sistema/relato.asp?Leer=33819), así se titulaba aquel relato, pretendía ser una explicación de lo que significó la página para mí. Lo bueno y lo malo se reflejaban, sin profundizar, en aquellas líneas. Pero he aquí que el gañán de guardia quiso verse reflejado allí donde no había nombres, incluso más allá de lo que le pertenecía. Y es que a algunos su pasión por ser el centro del mundo les traiciona.

Pues el caso es que ahora ha escrito otro de sus relatos basura de autojustificación donde nuevamente no duda en intentar ensuciar mi nombre (bueno mi nick). El tipo me envía un correo para que lo lea y que le siga entrando al trapo. No lo he hecho y creo que aún le ha dolido más. Pero no contento con tan vil vuelapluma (incluso él es capaz de algo mejor), sigue con el mismo royo en su blog dentro de la red Periodista Digital (creo que sobran las palabras).

Dos cosas me duelen de esta persona. La primera es que sea incapaz de mirarse en un espejo sin el filtro de color de sus prejuicios. Ya sé que me diréis que todos tenemos prejuicios, pero me gustaría que leyerais la opinión que tiene de sí mismo y alguno de los relatos a los que alude como liberales, honestos, tolerantes… Y lo segundo es su capacidad para tergiversar las palabras de otros, incluso cuando se expresan de forma rotundamente inequívoca. Esto segundo es para mí lo peor, nunca he soportado que pongan en mi boca palabras que no he dicho, más aún porque una de las pocas cosas que creo dominar es la diferenciación entre lo ambiguo y lo concreto.

Para que no quepan dudas a nadie, y contra mi voluntad, aquí os pongo un perfil de lo que creo que soy ideológicamente:

1.- Me gusta el fútbol y soy del Barça, pero más que de un equipo soy del espectáculo futbolístico. Es un vicio que nos ha quedado a muchos culés que descubrimos este deporte cuando Cruiff llegó para jugar en España. Me dicen los viejos que algo parecido ocurrió con Kubala y espero que Di Stefano hiciera lo propio con los merengues (creo que alguno hay), también espero que los Messi, Xavi, Iniesta, Agüero y Cristiano Ronaldo traigan amigos del buen fútbol y del arte del balón, más que de la patada, el tacticismo y el aburridísimo “todo por la victoria”. Van Gaal, Mourinho, Capelo, Clemente… y otros asesinos del espectáculo, no pueden ser santos de mi devoción.

2.- No me gustan los toros, no puedo entender que se haga una fiesta con el sufrimiento de un ser vivo. Desapruebo toda violencia con los animales y creo que tendrían que buscarse fórmulas más humanas para tratar el sacrificio de esos seres que deben darnos de comer. Con esto siempre recuerdo una pintada de los lavabos de la Facultad de Química de la UCB:

Si el toreo es cultura, el canibalismo es gastronomía.

3.- Un día creí en el liberalismo económico, pero desde entonces he aprendido mucho sobre macroeconomía y ya no creo en ello. Según algunos, es que no he aprendido bastante, pero, sinceramente, creo que el liberalismo es una utopía de peaje… y un peaje muy caro. Pero no me voy a alargar más con este tema, pues el que quiera saber, de verdad, lo que pienso sobre la economía, puede verlo en el blog http://economiaracional.blogspot.com

4.- En política confieso que me gusta confundir, pero aquí no quiero a engañar a nadie. Soy apolítico si por ello se entiende que me niego a apoyar a ningún partido. Pero también soy muy activo con todos los temas que me parecen importantes. No creo en la Transición ni en la Constitución resultante, era muy joven entonces, pero vi demasiadas cosas que no me convencieron. Creo que en este país hay muchas personas y entidades, que lejos de pedir perdón por el daño causado en el pasado han optado por seguir haciendo daño. No apruebo la hipocresía, pero aún tolero menos que el franquismo no tenga categoría de terrorismo. Y, sobre todo, nunca perdonaré al PP por aceptar en sus filas a personas que han realizado apología de la violencia y del franquismo. También soy catalán y durante mucho tiempo quise ser español, pero mi primera condición ha chocado con la de una España identificada en Castilla y que repudia xenofóbicamente toda diferenciación que huela a catalán o vasco. Estoy convencido de que el independentismo de hoy tiene sus fundamentos en Madrid.

5.- Creo que se puede acabar con el hambre en el mundo.

6.- Creo que las religiones no deben salir a las calles, las creencias deben ser privadas y no pretender extender sus dogmas al resto de la sociedad, ya que suponen una alteración grave de las libertades que merecen todos los individuos.

7.- Creo muchas cosas, pero me niego a aceptar las palabras bondadosas sin pensar y sin hacer nada. Siempre ideo soluciones, buenas y malas, para cada problema. Y siempre estoy pensando en las diferentes formas en que se podría mejorar el mundo. Pero también soy consciente de que no todo se puede llevar a la práctica. Todos tenemos una idea clara de lo que sería un mundo perfecto (no para todos sería igual), pero muy pocos han ideado un camino a seguir para conseguirlo. Creo que el mundo perfecto es inalcanzable, pero si existe la posibilidad de lograr un mundo mejor.

8.- Creo en la importancia de la educación, de la investigación y niego la existencia de un derecho a ser imbécil.

9.- Me gustan los libros de casi todas las temáticas, pero omitiré las que no me atraen para no generar más polémica. Me gustan los comics, me gustan las revistas, pero odio los periódicos porque están llenos de opiniones donde debería haber noticias. Me gustan algunas series de la tele, pero ante todo, me gusta la radio, un medio que es mi pasión de toda la vida.

10.- Para acabar, y no alargarme (por si fuese poco) creo que detrás de toda intolerancia hay otra intolerancia, pero, a veces, no vale la pena descubrirla.

No.


¡No!

Un monosílabo y al tiempo una frase.

No.

Una palabra de muchos olvidada.

No.

Todo lo dice y no dice nada.´

Tanto que nos cuesta aceptar las críticas y las opiniones que no queremos oír y, sin embargo, olvidamos esta simple palabra en el día a día que nos mete los dedos en los ojos hasta los mismos codos.

Somos ciegos sociales que caminan entre intereses bancarios. Ciudadanos y votantes que nada tienen que ganar. Obreros donde nada se construye. Vendedores de ilusiones caducadas y..

No… no somos nadie.

Frases pedantes y promesas que nacieron rotas son nuestro único alimento. Y, aún así, mordemos con bocas de perro al que se revuelve descontento. No sabemos decir no, no queremos decir no y no dejamos que nadie nombre esa palabra.

No.

Cuando el político se viste de Armani. Cuando acusa al ciudadano con su sucio dedo haciendo de este su esclavo. Cuando la administración ya no está al servicio del pueblo. La palabra se olvida en el trastero.

No.

Cuando las editoriales reflejan el circo mediático para imbéciles. Cuando la historia se reconstruye a la imagen del dinero. Cuando los sabios se hacen tontos para chupar de la teta que tiene más leche. Nuestros sueños y nuestra cultura quedan huérfanos y se pierden las palabras. Sobre todo una palabra.

No.

No. No somos nadie y nunca lo seremos si olvidamos nuestros sueños. No somos nadie tampoco cuando nuestros razonamientos no importan y dejamos que nos impongan los sueños de unos pocos.

No.

Tal vez, nunca ensuciaré de tinta las páginas de un libro al que pueda llamar mío, pero restaré orgulloso, con los pies clavados en la tierra y una palabra en los labios: ¡NO!

Cuando Raimon cantó su llanto miles de voces corearon su estribillo, pero perdieron la palabra tras un sueño corrompido.

No.

Digamos no ahora que aún estamos a tiempo.

No dejemos que se inventen nuestro futuro.

No dejemos que se inventen nuestro pasado.

Pero, sobre todo, no dejemos que se inventen nuestros sueños.

viernes, 14 de mayo de 2010

Apoyemos a Garzón, salvemos la democracia.

Disculpen que me salte hoy el carácter pro literario de este blog, pero es que hay un tema que, en estos momentos, creo que requiere urgente atención.

Los que me conocen saben que nunca he tragado al juez Garzón. He opinado muchas veces sobre este juez de forma nada favorable para su imagen, sin embargo desde que se escuchó la primera recusación en el caso Gürtel y la caza y derribo que determinados jueces ejercieron con el tema de las fosas y la Memoria Histórica, empecé a oler que había mucho más detrás de estas situaciones.

Garzón ha sido finalmente suspendido por la denuncia de los grupos fascistas que deberían estar ilegalizados hace años y un grupo de corruptos que gracias a ello van a eludir la justicia.
Durante muchos años la familia Fabra viene eludiendo a la justicia gracias a que la judicatura de Castellón evita sus encausamientos. Camps, Rita Barberà... el PP de Valencia también son amigos del jefe del supremo de la comunidad, como resultado viven tranquilos y denuncian, con éxito, a los que aportan pruebas y acusaciones contra ellos. En general, el PP ha perdido en los últimos 15 años a los pocos verdaderos demócratas que le quedaban y gira en una espiral de corrupción insostenible. Un solo juez se atrevió a abrir la brecha contra el PP en el caso Gürtel, pero ahora, con el apoyo de Falange y la vergonzosa actuación del poder judicial todo se viene abajo.
Mientras el supremo nos abochorna suspendiendo al juez que dio esperanzas para recuperar los cadáveres de las cunetas y limpiar algo de la vergüenza del genocidio franquista, en el TC nos dan otro ejemplo de desdemocratización judicial del país.
La democracia está en peligro, pero ahora el caso Garzón es el más acuciante. Firma para apoyar al juez contra los que, desde el tercer poder (el único que no emana del pueblo), pretenden dar un golpe de estado:

https://secure.avaaz.org/es/stand_with_garzon/

domingo, 9 de mayo de 2010

Brisa


Suave brisa inmaculada

que remueve tus cabellos

en la fría madrugada.

Dulce brisa enamorada

que se acuerda de los besos

que aún me duelen de mañana.

Tierna brisa que se aleja

en el tiempo y en el alma

mientras sueño con la risa

que me devuelve la calma.

Y ahora el viento que no cesa...

Y ahora la rociada alba

me recuerda tu exquisita

rosa amarga.

jueves, 22 de abril de 2010

Memoria histórica



Abandonado en una tumba inexistente
se pierde su recuerdo en el camino
como se pierde la fecha
en que sellaron su olvido.

Tal vez fuera un líder sindical
que molestaba a la autoridad
o un envidiado campesino,
de orgullosas callosidades,
condenado por el único delito
de dar sustento a su familia
y al que el celoso gerifalte
quiso robar la hija o el nombre.

Balas dispensadas
a quemarropa
en una cuneta
entre la olorosa retama
y la roja sangre.

Echaron tierra a su cadáver,
tiraron años a sus huesos
y, con palabras legales
en un libro de libertades,
mataron la esperanza
de los corazones amantes.

Hoy yugos y flechas
agitan sus corazas
de togados jueces
en una burla ciega
al amor y la justicia.

Que nadie pueda usar sus manos
para abrazar la tierra
donde yacen los huesos de unos hombres
que sin buscar la guerra
jamás alcanzarán la paz.

Triste tierra por la que un día
pasó la guerra.
Una guerra más entre hermanos,
Caín y Abel a elegir
según quien relate la historia,
según convenga al director
del mercenario escribano.

Pero la guerra pasó
y las balas siguieron
hiriendo esperanzas,
hiriendo recuerdos
y luego escondiéndolos
bajo una alfombra
que es toda España.

Ante tanta miseria
quisiera lavar mis manos
con la tierra de las fosas,
arrancando, puñado a puñado,
cada capa de vergüenza
que esconde a miles
de ignoradas calaveras.

Yo quisiera ser llorando
el hortelano de cebollas
que escancie el recuerdo
en los ignotos campos
donde escondieron esqueletos
sin armarios,
sin letreros,
sin cristiana humanidad...
Sin recordar que un día todos fuimos hermanos.

¿O no?


martes, 13 de abril de 2010

Algo

El Algo desvanece

Cuenta cuentos en la sala

Nada dice

Cuenta nada

Y algo es para nada

Cuentan estrellas

Y son muchas

Como muchos es el Algo

Que no es nada

Algo me manda

Algo me gobierna

Algo me roba las palabras

Y sólo recibo

Un porcentaje de la nada

Algo es algo

Me dicen unos

Justo precio

Para nada

Gracias

Por nada